Sucede, y está demostrado, que, tanto en la bolsa como en la vida, en general, lo inteligente es diferenciarse y no secundar a la manada. La psicologÃa de masas nos viene a demostrar que las personas, en bloque, son mucho más influenciables, manejables y manipulables que individualmente.
Como individuos, somos prudentes y desconfiados. Si no lo vemos claro, no nos arriesgamos. En cambio, dentro de la manada nos sentimos falsamente "protegidos" y nos relajamos, nos volvemos más confiados y ya no pensamos. Nos limitamos a hacer lo que hacen todos porque todos no pueden estar equivocados. Si me equivocara yo solo, serÃa el hazmerreÃr del resto y me señalarÃan; en cambio, si fallamos todos, el error se prorratea entre todos y queda minimizado para nosotros, y ello nos consuela y reconforta falsamente. La famosa venda en los ojos. No nos damos cuenta de que los 'pocos muchos' necesitan y se aprovechan de los 'muchos pocos', y caemos en su trampa. En todos los ámbitos de la vida, insisto.
Si a esto añadimos que tenemos más miedo a que todos ganen dinero menos yo, y quedarme fuera de la fiesta, que a perder realmente, pues ahà tenemos los mimbres perfectos para ser fácilmente manipulables.
En bolsa, que es el tema que nos ocupa y preocupa, existe la llamada "ley del sentimiento contrario", que es una ley no escrita que podrÃa resumirse diciendo "compra cuando veas grandes titulares de prensa alertando de un crash bursátil y vende cuando los mismos titulares profeticen épocas alcistas". Esta ley se apoya en 2 patas relacionadas entre sÃ:
Una parte más conspiranoica, podrÃamos decir, que sostiene que los grandes inversores provocan sentimientos en el mercado de forma intencionada para ponerlo a su gusto a través de las emociones (especialmente, el miedo y la euforia).
La segunda pata es más "terrenal" y sostiene que, si la mayorÃa de analistas e inversores propagan que algo está barato y hay que comprar, es porque ellos ya lo hicieron en su momento y ahora quieren vender porque realmente piensan que está caro y se ven nubarrones en el horizonte, y buscan un público ávido de comprar lo que sea con tal de poder dar un pelotazo (esto suele darse en épocas de alta coyuntura y en pleno boom económico). Evidentemente, al mercado ya sólo le queda una sola cosa por hacer: bajar.
Y sucede exactamente lo mismo a la inversa.
Se trata de una ley más importante de lo que pudiera pensarse a priori, y existen publicaciones e indicadores que utilizan muchos gestores de carteras y de fondos, de manera que venden cuando reflejan euforia y compran cuando muestran pánico.
Viene esto a colación de esta reflexión personal que quiero compartir.
Por mucho que uno intente aislarse para no dejarse arrastrar por la manada, en el fondo somos seres sociales y vivimos en sociedad, por lo que no podemos ser completamente ajenos a ella.
Tras la crisis de 2007, la fase de reactivación, bursátilmente hablando, comenzó en USA a partir del 6 marzo de 2009, dÃa en que el S&P 500 marcó su mÃnimo (el Nasdaq 100, a partir del 09/03/2009, aunque ya el 21/11/2008 llegó a cotizar ligeramente por debajo).
La durÃsima crisis hacÃa prever que la reactivación serÃa más lenta y duradera.
Viene a ser como cuando éramos niños, la lÃabamos gorda y nos reñÃan fuerte. Durante un tiempo, dejábamos de liarla hasta que se nos pasaba.
Algo asà vino a suceder en esa crisis. Fue tan fuerte que tardamos en reaccionar. En España, bastante más tardÃos que en el resto, la fase de crecimiento lenta no la iniciamos hasta 2013. El miedo al enorme palo que recibimos provocó un "efecto prudencia". Estábamos mejor, sÃ, pero, por si acaso, escaso consumo y nada de contratos laborales. Ello impedÃa la euforia y que los pisos tardaran tanto en arrancar. El miedo de volver atrás.
EEUU, en cambio, comenzaron a subir en marzo de 2009, como digo, y no pararon de hacerlo hasta la pandemia (probablemente, el ciclo más largo de su historia). Pero, a pesar de los muchos años de subida y un paro del 3%, no sólo no hubo euforia, sino que la economÃa llegó a enfriarse, teniendo que introducir medidas de reactivación (bajadas de tipos, de impuestos, etc.). Al igual que hizo China, bajando los tipos para favorecer la compra de pequeños coches, por ejemplo.
En ese ambiente llegó la pandemia. Se inyectó tal cantidad de dinero que los Bancos Centrales no pensaron el calentamiento que ello provocarÃa (y si lo pensaron, lo relegaron a un segundo plano). Cuando este calentamiento comenzó a asomar, la respuesta por parte de éstos fue que serÃa cosa de 2 o 3 meses solamente, y por ello no se atrevieron a subir los tipos. El mismo Luis de Guindos dijo algo asà como que "la duración de la inflación no era tan corta como pensamos".
Como siempre, los primeros en actuar fueron los paÃses anglosajones (Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda). En cambio, la sorpresa vino dada porque la FED no actuó en esta ocasión con la celeridad acostumbrada.
Por todo lo comentado, se me ocurre que podrÃamos no estar en una fase restrictiva al uso, sino en un paréntesis de inflación debido, en parte, al covid (nos llegó mucho dinero y no podÃamos gastar). Si a esto le sumamos la escasez de oferta motivada por la pandemia y después la guerra de Ucrania, pues ahà podrÃamos tener las causas de ese paréntesis inflacionario.
Cierto es que los Bancos Centrales fallaron, pero ahora están dispuestos a 'hacer sangre', si es necesario. Cueste lo que cueste, con tal de combatir y atajar la inflación.
En una fase normal, podrÃamos hablar del tiempo estimado que podrÃa durar la recesión, pero ahora hay una guerra de por medio y sabido es que conocemos cuándo comienza una guerra, mas no cuándo finaliza.
Un detalle a tener en cuenta (la parte positiva) es que en USA las medidas están surtiendo efecto en los pisos, a pesar de la alta tasa de empleo.
Esta crisis en nada tiene que ver con la anterior. A la fase restrictiva (2007-2009) se le unió una brutal crisis financiera. De ahà que se la llegó a comparar con la de 1929. El mundo se quedó sin dinero justo en un momento de fuerte endeudamiento por parte de las empresas, de las instituciones, de las familias...
Por el momento, no hay una señal especial o detonante para que los mercados suban, aunque sà pequeños detalles a tener en cuenta:
- Parece que la inflación está bajando en USA, aunque aún es demasiado pronto para poder dilucidar si se trata sólo de algo momentáneo o tendencial.
- El nuevo gobierno inglés puede dar confianza. Veremos.
- Los datos de las empresas del Ibex-35 aguantan, hasta la fecha.
- Las bolsas están aguantando por ahora. Parecen "intentar" querer hacer una base, pero es muy pronto para poder asegurarlo. Y la directriz bajista sigue ahÃ. Veremos.
- Parece que Rusia se va debilitando y no creo que China la lÃe en Taiwán.
- No parece que la crisis de las criptomonedas se traslade al sistema financiero.
Son sólo datos muy pequeños, pero a tener en cuenta. Lo más adecuado será, en todo caso, observar el comportamiento de la bolsa y su verdadera fortaleza.
SITUACIÓN ACTUAL: PASADO, PRESENTE Y FUTURO.
- neno62
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Cuelgo este vÃdeo porque me parece interesante.
A la inmensa mayorÃa de la gente probablemente le interesará lo que dice a partir del minuto 8. En cambio, para mÃ, lo más importante del vÃdeo se encuentra en los primeros 7 minutos y medio.
No sé si os habréis sentido reflejados en el foro en alguna ocasión. Yo sÃ.
Para reflexionar, cuando menos.
Y luego, a partir del minuto 8 hace un análisis sobre lo que piensa que puede suceder en adelante ARGUMENTÃNDOLO.
Yo, algunas cosas las veo como él y otras no tanto. También con argumentos. Y luego el tiempo nos irá indicando quién va más acertado y si debemos modificar nuestro argumentario.
No se trata de aferrarnos a nuestros postulados contra viento y marea, sino de intentar reflexionar, analizar y argumentar A PRIORI (a posteri todos somos Nostradamus). Y si el mercado nos dice que estamos equivocados, reconocerlo, aceptarlo, analizar en qué nos equivocamos y cambiar nuestro planteamiento inicial.
Aquà lo dejo, por si pudiera interesarle a alguien.